Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar tu experiencia, así como para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google AdSense, Google Analytics, YouTube. Al utilizar el sitio web, aceptas el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haz clic en el botón para revisar nuestra Política de Privacidad.

Fue como si Griezmann se marchara del Atlético sin fallar un solo gol ante el Inter y frustrara el plan de Simeone | Fútbol | Deportado

En San Siro, por primera vez en la temporada, el Atlético buscará un partido sin rematar ente los tres palos. Parte del fastidio que mostró Diego Pablo Simeone en su enfrentamiento con la prensa tuvo que ver su desencantamiento por los problemas que atormentaban a sus futbolistas para generar un juego de ataque. “No vivimos situaciones importantes en el primer tiempo, en el siguiente nos animamos un poco más y tomamos algunas decisiones más peligrosas. No podemos tener tantas situaciones de gol como en los últimos partidos”, reflexionó resignado el técnico argentino.

En el plan de ataque creado por Simeone para hacer daño al Inter, la figura de Antoine Griezmann fue clave. El atacante francés se vio condenado a buscar la espada de Çalganoglou, Mkhitaryan y Barella. El Cholo había entendido que en ese espacio se encontraba uno de los puntos débiles del sistema de Simone Inzaghi. La altura del susodicho invitó a explorar la mejor versión de Griezmann, quien se mantuvo en el perfil bajo los últimos partidos. El poco peso que jugó en el partido pretendía resaltar la dependencia que tiene el Atlético de él. El equipo escucha mucho sobre las lagunas. No hice una acción divertida en todo el partido, ni en esa zona débil del Inter que había marcado su entrenador, ni en el área. En el fallo del cuarto de hora, Griezmann abandonó el terreno de juego sin perder el gol. Se torció el tobillo y fue sustituido por Correa. «Un entrenador que me dijo que el tobillo es noble», resolvió Simeone con cierta frialdad cuando fue cuestionado por la posibilidad del francés en los micrófonos de Movistar. “Si hubiésemos solucionado el problema y esperamos que sea solo una torcedura”, explicó entonces con parquedad en el salón de recepción. El club confirmó que este milagro el atacante sufre un grado moderado de tobilo esguince. Los descarto para el partido de este domingo ante el Almería y me pregunto seriamente sobre el partido de semifinales de Copa ante el Athletic, en San Mamés, el próximo 29 de febrero.

Con la esperanza de que en San Siro se recupere a mejor nivel, Simeone no le dio ni un minuto a Griezmann ante Las Palmas. Elegido por ser el futbolista creativo, su partido ha asumido el liderazgo de su equipo. Pasó la cancha en su trabajo sin balón e hizo una acción mediocre cuando el balón le cayó en los pies. No es posible pasar por alto la sensación de agonía y la falta de frescura que te ha envuelto durante las últimas semanas. Simeone esperaba que ese jugador fuera capaz de crear y remar y no apareció en el Inter todo lo que más quería. Griezmann no puede impactar ni agudizar el ataque y el Atlético lo paga. Si los aprecia incapaces de cambiar de marcha y con menos capacidad de reacción en todo el frente de ataque.

“Controlamos el juego durante muchos espacios de tiempo, pero en el primer tiempo creamos pocas ocasiones o ninguna para que quede más claro. En el segundo mejoró un poco”, se volvió para desafiar a Simeone con aire de descontento por el desempeño ofensivo de su equipo. “Sólo pudimos crear más en los últimos 15 metros”, respondió Axel Witsel. «Estoy seguro de que para ganar la ronda preliminar debemos ser perfectos en defensa y queremos hacerlo mucho más ofensivamente que lo que hacemos», escribió sobre Oblak.

El apagón del francés y la ausencia de un nuevo equipo en el que entró Morata demostraron a un Atlético poco afinado en ataque para poder derribar el sistema defensivo del Inter. El puntapié de Llorente como delantero en solitario resultó para aprovechar la subida del balón de Bastoni. Sólo yo puedo romper con el espacio de mi querida. La sensación que transmitía era que al entrar en el círculo del Inter y acercarse a las inmediaciones del área de verano no había ningún rematador puro para resolver los centros del área.

El equipo de Inzaghi registra una media de 0,5 goles por partido. La historia también dice que el Inter nunca perdió una eliminación, así como el defensa logró un 1-0 en Ida. En otras ocasiones se ha visto en esta tesis y en cada día ha pasado el turno. “A ver en carrera podemos dar un poco más de lo que hemos dado para poder competir como exige la competición”, aconsejó Simeone, expresando una vez más su descontento con el equipo que formaron los futbolistas. Griezmann incluido.

Puedes seguirlo en EL PAÍS Deportes en FacebookXo escribe aquí para recibirlo nuestro boletín semanal.

Regístrate para seguir leyendo

lee sin limites

_


By Melissa Andreina Mendoza Araujo

Te puede interesar