El Girona no se olvidó de ganar después de perder al líder en Madrid y perder en San Mamés porque Vivian se jugó de cabeza en un disparo de Solís. La derrota de La Liga fue buena hasta el Bernabéu. El objetivo, en cualquier caso, siempre ha estado en Europa y, ahora, según avance en el campeonato y vaya también a Bilbao, podrá materializarse en la Champions. El Athletic, quinto clasificado, ya estaba a 10 puntos del Girona y también por delante del Barcelona. Ningún segundo es recordado tan digno y aclamado como el equipo de Michel. Los blanquirrojos respondieron con tres goles al Rayo a los tres partidos que ganaron sin problemas en La Liga, tras entablar relación también con la Real Sociedad.
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Gazzaniga, David López (Juanpe, min. 69), Yan Couto, Miguel Gutiérrez, Eric García, Tsygankov (Pablo Torre, min. 89), Yangel Herrera (Jhon Solís, min. 89), Aleix García, Sávio, Portu (Iván Martín, min. 73) y Dovbyk (Stuani, min. 73)
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Dimitrievski, Luis Espino, Lejeune, Balliu, Aridane, Unai López (Kike, min. 64), De Frutos (Josep Chavarría, min. 64), Óscar Valentín (Pathé Ciss, min. 58), Álvaro García, Miguel Silva (Trejo , min. 79) y De Tomás (Sergio Camello, min. 58)
goles 1-0 minutos 51: Cigankov. 2-0 minutos. 90: Savio. 3-0 minutos. 95: Savio.
Árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea
Tarjetas amarillas Aleix García (min. 54), Pathé Ciss (min. 64), Miguel Silva (min. 73), Kike (min. 80), Yan Couto (min. 84) y Sávio (min. 91)
Michel regresó al plantel, una vez cumplida la sanción de dos jugadas que se soldaron con dos derrotas, y David López también regresó al centro de la defensa y Yan Couto a la zaga lateral mientras Iván Martín era descascarado. Me quedé con el Girona para recordar sus pensamientos de identidad, y la afición sabía que es un grupo de autores y por tanto dependientes de su entrenador, y también hice como si recordara que su buen gusto por la pelota empieza a tener una salida sentada en la zona de la Gazzaniga. .
La rapidez blanquirroja se convirtió en precipitación y provocó algunas pérdidas que ayudaron a la ausencia del Rayo. La central vallequina apareció ordenada y animada por la subida por su conexión con Madrid el día del debut de Íñigo Pérez en el banquillo. La intensa lluvia, inédita desde hace mucho tiempo en Montilivi, no ayudó en lo más mínimo a la precisión, por lo que el partido transcurrió rápido y sin control, sin oportunidades en las porterías de Gazzaniga y Dimitrievski.
La línea de pase se detiene antes del descanso, justo cuando se impone el toque decisivo delante del área, y en cuanto el delanteri entra en juego ante el desierto de Michel. Sus futbolistas tardaron en incorporarse a las líneas y buscar las bandas para llegar a la zaga del Rayo. Ausentes por sanción a Isi, un tormento para el Girona, los vallecanos se abrieron en su canto y buscaron hasta el final de las transiciones, mermados por la zaga de la que disponía Michel. En caso de desequilibrio, la recuperación y la presión en el tenso Girona funcionaron.
Tras el descanso, sólo Yangel Herrera estaba en condiciones de marcar tras haber remado un paso detrás de Yan Couto que trajo a Aridane. No sabía atacar al Girona, metido en el fútbol nacional o durante muchos años con Dovbyk, y en cambio el Rayo defendía bien. El encuentro cambió radicalmente el desenlace del descenso tras la intervención de Michel. El Girona aceleró y desde la verticalidad y la profundidad no se acercó y miró la marca de Dimitrievski.
Dovbyk y Tsingankov no necesitaron dos disparos para poner el 1-0 tras asistencia de Miguel. Las irrupciones del lateral, diseñadas una vez más por David López, resultaron tan decisivas como las conexiones de los tres puntas para romper las piezas como el planteado del Rayo. Surgieron Apretaba Savinho, repicaba Tsygankov y la figura gigante de Dovbyk. El Ariete, sin embargo, mantuvo desviado el punto de portería y falló el segundo gol mientras se llenaba la ruta de intercambios en el Rayo. Íñigo Pérez no habló de refrescar el ataque, finalmente recibido por Álvaro García y Camello, y condenado por la expulsión de Pep Chavarria, que le quitó dos tarjetas consecutivas sin tono ni son, ante la chufla de Montilivi. En el partido entró un equipo que resolvió formidablemente los goles de Savinho, uno de los jugadores que expresó el salto de dados de calidad del Girona.
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